
Con la llegada de los Españoles , su fin fue destruir las costumbres y religiosidad nativa Aymara, y con ello sus manifestaciones como es la música y la danza, no logrando del todo su objetivo, ya que para el indio como lo denominaban en ese entonces al poblador andino, en su vida estaba presente siempre, la fuerza de la naturaleza, los cerros, los lagos y la tierra , estaban ahí incólumes alentando aunque clandestinamente la tradición religiosa de sus ancestros.
En aquellos tiempos en que existía una armonía entre el tiempo , el espacio y la naturaleza, los Choquellas en su habitad natural ( llanos, ríos y Apus) bailaban hasta mas no poder , embriagándose no solamente de licor sino de satisfacción espiritual al rendirle culto a la naturaleza que era benigna con ellos al brindarles suficientes frutos para su existencia.

El Corpus Cristhi fue la festividad antecesora de la celebración de Tata Pancho en Yunguyo, al que el investigador y Cronista George Esquier en sus crónicas por tierras Incas (1863-1865) se refirio de esta manera :
“Estos indios pertenecen a la familia aymará, que difiere de la quechua, y constituyen una raza mas morena, mas taciturna y mas cruel. Su celebración de la fiesta del chuño ,una ceremonia que data de antes de la conquista y de la fiesta de la iglesia eran igualmente notables y, por arrojar alguna luz sobre sus prácticas primitivas y condición actual, probablemente son dignas de una breve mención”
“Cada grupo bailaba con vigor al son de la música unida, que suplía con volumen lo que faltaba en melodía: salvaje y penetrante, aunque lúgubre; la flauta aguda y el tambor apagado, con frecuentes toques de cuernos de vaca a cargo de aficionados entre los espectadores, llenaban el oído con sonidos discordantes” .La música tenia su cadencia y sus partes enfáticas eran marcadas con movimientos enfáticos similares en el baile”
La danza en ese entonces era reprimida, prohibida, pese a todo se mantuvo latente , para salir luego de la clandestinidad, habiendo evolucionado hasta convertirse ahora en un gran espectáculo de admiración en todas partes. Se conoce que por razones tácticas para la evangelización de los mal llamados indios , la Iglesia Católica permitió que ellos danzaran para los Dioses Cristianos, los mismos bailes consagrados a sus Dioses Andinos.
Respecto de las danzas de los aymaras del altiplano el cronista Bernabé Cobo decía “ Eran tan dados a sus taquis, a sus bailes y cantares …. que con ellos y beben su vino o chicha, celebran así los sucesos alegres como tristes y lúgubres.. “ : De esta forma sus fiestas en homenaje a sus Dioses, actividades agrícolas, sus matrimonios, entierros, sus triunfos en guerras y en fin casi todas sus actividades colectivas eran motivos para festejar, acompañados con expresiones musicales especialmente compuestas para tales ocasiones , donde el siku se convirtió en instrumento principal de su expresión, con el que el hombre ancestral andino a perdurado con su música hasta nuestros días.

Pasaron muchos años y la evangelización de los aymaras se acrecentó, los invasores impusieron la religión Cristiana y con ella sus manifestaciones, el Evangelio, trajo la cruz, los santos, Jesucristo, la Virgen María, los Santos con diferentes nombres y demás iconos de la cultura occidental. Los Jesuitas desde 1556 empezaron a reemplazar a los ídolos y deidades de estas tierras andinas en el del altiplano ; reemplazaron a los Apus, Achachilas y la Pacha Mama. Evangelizada la población aymará de Yunga Huyo , mantuvo sus sikus que representaba para los aymaras el alma en lo ritual mágico religioso, expresado en la música y danza como solidaridad del pueblo indio con su tierra, así como la unión de los ayllus o comunidades .
Así paso el tiempo y el Siku es convirtió en la inspiración del hombre del altiplano, legado desde muchos años por nuestros ancestros que siempre lo habían cultivado, convirtiéndose en el instrumento musical de mayor notoriedad dentro la cultura aymara, su ritmo a veces un tanto marcial y otras sentimental tiene sus raíces en Yunga Huyo Marka y se ha . convertido en el tiempo en símbolo de identidad de la cultura aymará.

La vida de nuestros ancestros en Yunga Huyo (el primer Yunga en el altiplano) transcurrío así entre melodías de los sikus y la religión cristiana ya establecida , hasta que hace muchos años en el lugar denominado Milagro, muy cerca de la frontera Perú-Bolivia en Kasani, San Francisco de Borja se revelo a una pareja de ancianos,quienes al realizar sus labores agrícolas arando manualmente la tierra , encontraron una cruz perfectamente tallada en piedra en cuyo centro se encontraba impregnada un rostro humano, mudos por tal acontecimiento , oraron ,agradecieron a Dios por ese milagro , avisaron a los vecinos de tal acontecimiento ,cual rayo de pólvora el acontecimiento ya era conocido por toda la población de Yunguyo. El lugar se lleno de multitud tanto de día como de noche, el pueblo se lleno de esperanza ,y una profunda fe religiosa., cuya incógnita era de quien era el rostro impregnado. Días mas tarde las autoridades dispusieron el traslado de dicha cruz hacia la iglesia del Pueblo , mientras los religiosos y algunos pobladores estaban abocados a identificar el rostro impregnado, al poco tiempo un Padre dijo : se trata de “SAN FRANCISCO DE BORJA” , precisamente hicieron las comparaciones con fotografías conseguidas del viejo continente y realmente se trataba de el . Yunguyo había sido bendecido por Dios convirtiéndose “ San Francisco de Borja “ su Patrono, desde ese entonces la población cambio, incrementándose la religión cristiana cuya fe se volcó hacia el, llegado el día de su traslado del lugar denominado Milagro a la Ciudad, la población se congrego en multitud, en romería se efectuo una gran procesión, con oraciones y cánticos, mientras era cargada y traslada la cruz por los hombre mas fornidos del pueblo. Al llegar a las afueras de la Ciudad en el lugar denominado Chacapata, donde ahora se encuentra construido el mirador ,cuentan nuestros abuelos que la cruz, se puso tan pesada que ya no podía cargarla nadie, hicieron varios intentos después de prolongados descansos, pero nada , era como si la cruz no quisiera moverse de allí ,la población interpreto este hecho y así lo determinaron y fue en ese lugar que permaneció muchos años.

Los primeros grupos o conjuntos de sikuris que veneraban a San Francisco de Borja, fueron los que pusieron el sello , el sentimiento y la característica propia del aymara Yunguyeño , lo que los hizo diferente de los demás pueblos cuyas inspiraciones musicales poseen hasta hoy un estilo propio ,muy hermoso, el mas bello de los andes ,cuya complejidad rítmica y melódica, retumba el alma y hacen mover los pies sin querer, penetrándole l sentimiento de las melodías profundas que brota de sus cañas. Al transcurrir los años el sikuri Yunguyeño se hizo famoso imitado pero no igualado, destacándose como innato con estilo propio, siendoseimpre los mas aclamados.
El Lugar de Chacapata por muchos anos se convirtió en lugar sagrado , concurrían al lugar no solo en días de fiesta sino durante todo el año, la fe hacia San Francisco de Borja a la que con cariño mas tarde nuestros abuelos lo denominaron “Tata Pancho” ,crecía cada ves mas y mas. Después de muchos años se logro trasladar la pesada cruz con la imagen de “San Francisco de Borja” a la iglesia Nuestra señora de la Asunción, donde ahora se encuentra ubicado en el ala derecha del templo .
Años mas tarde se celebraba las primeras albas con grupos de zampoñas , con el transcurrir de los años la festividad iba creciendo , ya se tenia los primeros alferados voluntarios, mas tarde los primeros conjuntos de danzarines de los sikumorenos.

Para esos tiempos los tarjes que llevaban los Sikumorenos eran lujos y caros. Jose Alberto Cuentas decía de ellos : “Los sikumorenos representan los personajes mas anacrónicas ahí estaba el torero junto al gato montes, el diablo junto al Ángel , el indio junto a la Reyna Isabel, es una verdadera confusión de la riqueza.”


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